
El viaje hacia Zacapu inicia con un recorrido que despliega paisajes emblemáticos de Michoacán. La ruta bordeando la zona lacustre de Pátzcuaro, por la carretera Morelia-Guadalajara, permite disfrutar islas verdes flotando entre la neblina y degustar sabores tradicionales como las carnitas en Quiroga y las quesadillas de guisos caseros en Santa Fe de la Laguna, lugar que sirvió como inspiración para escenas de la película Coco.
A medida que avanzas, el paisaje cambia: casas de adobe, ganado pastando libremente y extensos campos de legumbres que alimentan a la región. La entrada al pueblo, marcada por el Arco del Bicentenario, rinde homenaje a los pueblos originarios que reconocen a Zacapu como su raíz, cuyo significado en lengua p’urhépecha es “lugar de piedra”.
¿Listo para más aventuras? La monumental Bicicleta de Zacapu, símbolo de identidad y orgullo local, resalta en el paisaje; el ciclismo es parte esencial de su cultura, con una escuela que impulsa a nuevas generaciones de atletas. Aunque perfecta para una foto, se recomienda evitar sentarse sobre sus pedales para no moverla accidentalmente.
La arquitectura del pueblo combina estilos coloniales y contemporáneos. Destaca la iglesia parroquial de Santa Ana, construida en piedra volcánica, con muros delgados y detalles como un reloj de sol y una cruz monolítica en su atrio que narran la historia franciscana del lugar. Un relato que se enlaza con la leyenda del milagro durante la Guerra Cristera, cuando la imagen de San Antonio de Padua resistió todos los intentos de saqueo, permaneciendo en su sitio con milagrosa fidelidad.
Muy cerca, la Casa de la Cultura acoge una exposición arqueológica que ratifica a Zacapu como cuna del imperio p’urhépecha. En la plaza aledaña, se puede disfrutar de la tradicional nieve de pasta, un postre de leche bronca transmitido de generación en generación, con sabores como el “Cisne Negro”, una moderna variante con chocolate amargo y oro comestible.
Entre sus atractivos naturales destaca la Laguna de Zacapu, de acceso gratuito y ambiente ideal para familias. Sus aguas cristalinas, que brotan del subsuelo, permiten nadar, pasear en lancha o hacer un picnic. Además, alberga una especie endémica de axolote, que puede observarse en su hábitat natural, y en cabañas cercanas, donde también se exhiben ejemplares parael estudio y la curiosidad de los visitantes.
En la comunidad de Los Espinos, del municipio de Jiménez, se encuentra la Alberca de los Espinos, un cráter volcánico con un “ojo de mar” en su interior. Subir en auto y dar una corta caminata hasta la cima ofrece vistas impresionantes de la Ciénega de Zacapu y la meseta p’urhépecha. Los visitantes pueden disfrutar del silencio en cenadores y un pequeño muelle para adentrarse en sus aguas turquesa y contemplar el reflejo del cielo.
Para hospedarse, Zacapu ofrece opciones tanto en el centro como en sus alrededores. Desde casas particulares en plataformas digitales hasta posadas tradicionales, estas opciones permiten una experiencia cercana a la comunidad local. Para quienes prefieren mayor comodidad, existen hoteles boutique y convencionales, situados estratégicamente cerca de los principales atractivos, facilitando la exploración sin largos traslados.
¿Y qué tal un antojo en el camino? La gastronomía michoacana ofrece delicias como la papa tarasca, un plato elaborado con papa hervida, elote, crema, queso fresco, salsa casera y limón, además de otros antojitos elaborados con maíz, tal como la gastronomía michoacana los presenta: hervidos, asados o en deliciosas combinaciones.
Visitar Zacapu significa adentrarse en un entorno donde la historia, la devoción religiosa, la gastronomía tradicional y la belleza natural se fusionan en una experiencia auténtica. Este pueblo, orgulloso de sus raíces p’urhépechas, abre sus puertas con calidez a quienes desean descubrir su riqueza cultural y ambiental.
En fechas de festividades patrias, Zacapu se transforma en un escenario ciclista principal, al reunir a miles de deportistas en el circuito Amando “Zacapu” Martínez, donde las calles se convierten en un amplio peldaño para el deporte y la convivencia sobre ruedas.