¿Alguna vez te has preguntado qué sucede cuando una aeronave cae en pleno corazón del Valle de Toluca? La mañana de este lunes, ese escenario se convirtió en una dura realidad en San Mateo Atenco, cuando una avioneta ligera se desplomó en esa localidad. La noticia se propagó rápidamente, pero lo que realmente impacta son las acciones coordinadas que, en medio de la tragedia, demostraron la unión de los cuerpos de seguridad y emergencia.
Desde el primer momento, la Dirección General de Seguridad y Protección de Toluca, junto con la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos, respondieron sin dudar. ¿El objetivo? Brindar apoyo a las autoridades de San Mateo Atenco y contener el caos. La rapidez y eficiencia de los bomberos fue crucial: lograron apagar las llamas y evitar que el fuego se propagara aún más, minimizando así el impacto en la comunidad.
Pero, ¿qué más ocurrió? Ante la gravedad del incidente, se implementó un cerco de seguridad para resguardar el perímetro y permitir que los equipos especializados realizaran su labor sin obstáculos. La prioridad era clara: proteger a la población cercana y evaluar los daños de manera precisa.
Hasta el momento, las autoridades han confirmado que ya controlaron el incendio. Sin embargo, el rescate continúa, pues se manejan cifras preliminares de seis personas fallecidas y otras más heridas. La escena aún es sensible y requiere toda la atención para esclarecer lo ocurrido.
¿Y qué sigue? El dispositivo de atención hospitalaria ha sido activado con la participación de Protección Civil Toluca, SUEM, Cruz Roja Toluca y otras corporaciones de municipios vecinos. Todo apunta a que la situación está bajo control, pero todavía hay muchas incógnitas, como el origen del vuelo, que venía de Acapulco, Guerrero, y tenía como destino el Aeropuerto Internacional de Toluca. La historia aún no termina y las autoridades están decididas a esclarecer cada detalle.