Dayan Asunción Muñoz Neri, de 17 años, desapareció en la colonia La Cruz Comalco, al norte de Toluca, desde el 1 de junio. Esa tarde, su madre y su hermano mayor estaban en una casilla electoral como funcionarios, y ella les llevó café y comida antes de despedirse y regresar a su hogar. La última vez que la vieron fue cuando dejó una nota y no respondió llamadas posteriores.
Al regresar, Cecilia Neri Luviano encontró el teléfono de su hija en la mesa, con una nota en la que Dayan mencionaba que tenía que irse por un tiempo. alarmada, intentó reportar la desaparición al 911, pero la operadora se negó a registrar la denuncia hasta consultar con familiares y esperar varias horas, pese a que la joven había dejado una nota y no respondía.
Cuando los policías municipales llegaron, minimizó la situación, sugiriendo que Dayan podría haber sido con su novio. Sin embargo, la adolescente no tiene pareja ni presencia en redes sociales. Cecilia sospecha que alguien pudo manipular el teléfono de su hija y borrarle todo, ya que no tenía adicciones ni vínculos peligrosos.
La familia asegura que en su hogar existe una relación estable, sin violencia, y que Dayan era una buena estudiante y muy querida por todos. Desesperados, han realizado dos operativos en cercanías del parque Sierra Morelos, donde varios vecinos han reportado haber visto a una joven que coincide con sus características, en situación de calle, desorientada y en malas condiciones.
Cecilia denuncia que, si ya saben que Dayan está viva y cerca, las autoridades no están utilizando todos los recursos disponibles, como drones y perros de búsqueda, lo que podría ser crucial para encontrarla con vida.
A 22 días de su desaparición, la familia no ha cesado en su búsqueda. Han puesto boletines, recorrido calles y pedido apoyo a la comunidad, enviando un mensaje de esperanza: «Dayan, si me lees, te estamos esperando en casa. Te amamos y queremos verte de vuelta. No tengas miedo». Además, hacen un llamado a la ciudadanía para compartir la ficha de búsqueda en redes sociales, y a comunicar cualquier pista a los teléfonos 800 509 09 27 y 800 216 03 61, recordando que las denuncias pueden ser anónimas.
Su madre concluye con un ruego: “Necesitamos ayuda, no podemos solos”.
