
Hasta agosto de 2023, el Estado de México acumuló 1 millón 206 mil 962 casos de infecciones respiratorias agudas (IRA), lo que representa un incremento de 66 mil 818 casos respecto al mismo periodo del año anterior, cuando se reportaron 1 millón 140 mil 144 casos.
Martha Espinoza, egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), explicó que las infecciones agudas más comunes incluyen catarro común, sinusitis, faringitis y epiglotitis, esta última caracterizada por inflamación del cartílago que cubre la tráquea, todas ellas requieren atención médica y tratamiento adecuado.
‘Es importante evitar la automedicación, ya que puede dificultar un diagnóstico preciso, agravar el cuadro, ocasionar reacciones adversas e interferir con la efectividad del tratamiento mediante la ocultación de síntomas o el desarrollo de resistencia a antibióticos’, advirtió la especialista.
Espinoza resaltó la importancia de acudir a un médico, incluso ante síntomas leves, especialmente en niños, mujeres embarazadas y adultos mayores, quienes conforman los grupos más vulnerables.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define las IRA como enfermedades de las vías respiratorias causadas por virus o bacterias, que aparecen de forma repentina y generalmente duran menos de dos semanas, afectando desde oídos y nariz hasta los pulmones.
Según la OMS, las Infecciones Respiratorias Agudas Graves (IRAG) corresponden a casos que presentan tos y fiebre, requiriendo hospitalización en los primeros 10 días tras el inicio de síntomas, constituyendo un problema de salud pública y una causa significativa de mortalidad, especialmente en menores.
El Boletín Epidemiológico del Estado de México indica que los municipios con mayor número de casos son Toluca, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, y Cuautitlán Izcalli.
El gobierno federal señala que la mayoría de las IRAs son causadas por virus, aunque también pueden ser provocadas por bacterias o parásitos, transmitiéndose principalmente mediante estornudos y contacto con superficies contaminadas como manijas, barandales de transporte público o escritorios.
Factores como bajo peso al nacer, lactancia materna insuficiente, desnutrición y esquemas de vacunación incompletos aumentan la vulnerabilidad en los niños frente a estas infecciones.